En esta ocasión quiero reflexionar y darle su merecido reconocimiento a lo que alguna vez fué quizás tomado a modo de burla.
Remontémonos años atrás. Más de diez. Internet recién estaba empezando a encontrar su lugar entre la clase pudiente, y en materia de videojuegos Sega Genesis seguía liderando hasta que un par de años después la gris de Sony (me causa gracia cuando se refieren de esta forma a las cosas) ocupara su lugar en los hogares argentos.
Era una época de experimentos, las consolas seguían siendo la elección de los aficionados a los juegos de video, mientras que las Personal Computers ofrecían otro tipo de juegos, recordemos que no fué hasta principios de siglo que se masificó el juego online y los cybers, hasta entonces la mejor manera de jugar con amigos era en los fichines o juegando de a 2 con una consola.
Esta introducción un poco innecesaria es para que veamos un poco el panorama pasado, recordemos cómo era todo antes de internet, los celulares con mensajes de texto, camara y mp3, los juegos online gratis... a mi me parece bastante incómodo, pensar en tener que ir fisicamente a distintos lugares para obtener información que quizás ni valía la pena.
Pero hubo alguien que pensó en eso, adelantado a su tiempo.
Pachi de Todo.
Pachi vió más allá, no se contentaba con venderte el Mortal Kombat, también te quería vender la plancha y el ventilador de techo.
Claro, vos antes te reías, mirabas las Action y decías "jaja, como si mi vieja leyera estas revistas", o quizás pensabas que Pachi lo hacía para enganchar a tu vieja por una plancha, y que de paso te compre un juego de Family. Pero no, Pachi pensó en vos. Panchi pensó en mi. Pachi pensó en todos, a escala dimensionalmente trascendental en el tiempo-espacio.
En el mismo lugar podías llevarte una videoconsola, un electrodoméstico y hasta patines. Pachi vió la necesidad venidera de la humanidad, la tecnología debe usarse para satisfacer y brindar comodidad al hombre; anteriormente se tenía la idea de que cuando más grandes y menos relacionadas estaban las herramientas entre sí (ya sea de entretenimiento, uso doméstico, etc), mejor era, más status y calidad brindaban.
Quizás por simbología fálica, siempre se apostó por lo grandote, lo aparatoso, mientras que en la cuna de la tecnología, iban por lo micro (videojueguísticamente hablando, comparen el Famicom con el NES occidental. Tanto consola como cartucho, es el mismo sistema, diferente envase).
Pachi, de forma aparentemente inocente pero consecuentemente visionaria, nos brindaba un multi-servicio, algo que hoy las grandes empresas adoptaron, más de una década después, como ultimate gimmick en su estrategia de venta.
Nadie quisiera una consola hoy en día que sólo reproduzca juegos, no conviene, no es práctico, no es cómodo, no satisface.
Las consolas deben, además de entretenernos, ayudarnos a tener una mejor calidad de vida, con menos cosas y más espacio. Pachi en su momento no tuvo las herramientas necesarias para fusionar un joystick de Genesis con un ventilador, hoy en día nos venden joysticks con ventiladores incluídos. Pachi lo pensó primero.
Pachi nos quería vender los patines y nos daba consejos, diciendonos que teníamos que hacer ejercicio, mucho antes que aparezcan los juegos de baile, las camaritas con reconocimiento de movimiento y la Wii.
Pachi nos quería vender las licuadoras, para que nos nutramos y crezcamos fuertes y sanos, mucho antes que con la Play3 se pueda cocinar churrasco (nunca me quedó claro si eso era fake).
Pachi ideó un modelo, muy a su manera, muy humildemente, pero si miramos al pasado y ahora damos un vistazo al presente, veremos que las ideas no son tan nuevas como parecen, y que con amor, coraje y hachiendole cacho a pachi, todos podemos crear un futuro mejor.